Graduación, este fue mi discurso.

Queridos profesores, consejo escolar, asistentes y sobre todo a mis compañeros.

Hoy decimos un “adiós pubertad”, pues ahora nos toca elegir nuestro camino, que refleja esperanza, ilusiones, deseos, sueños, anhelos y por qué no, también miedos y retos.

Es duro, aunque realmente divertido recordar como el primer día de esta ESO, salía de mi casa con un montón de libros que desconocía, observando a gente que nunca había visto y dándome cuenta de que se había acabado mi niñez y que era hora de plantearse algo nuevo y muy diferente.

No puedo negar, y no creo que soy la única de los que nos reunimos hoy aquí, a la cuál no le guste estudiar, o disfrute más estando tardes sin hacer nada en vez de tener que hacer esa tarea diaria, o estudiar para esos exámenes, e incluso tener que madrugar todas las mañana para seguir la misma rutina.

Pero tras este tiempo, te das cuenta de que haber terminado la ESO no solo te ha enseñado cosas que antes desconocías o ignorabas, si no que sales siendo una auténtica persona. Pues entras siendo un niño, sin ideas propias y viendo la vida de una forma distinta o incluso inversa a como puedo decir que la veo hoy, que salgo siendo aún así una adolescente con ideas diferentes.

El instituto no solo me ha enseñado como hacer esas ecuaciones de matemáticas, o las oraciones de lengua, o saber esas fechas de cada guerra en historia, e incluso saber traducir un texto en inglés o en francés... Este centro me ha enseñado a compartir, a soñar, a disfrutar, a llorar, a enfadarme, a sociabilizarme, a responsabilizarme, y a mil valores más que me hartaría nombrándolos, a lo que quiero llegar es que hoy puedo decir que he terminado esto siendo una persona, como la expresión dice “hecha y derecha”, teniendo mi personalidad, mis opiniones, mis amigas, sabiendo lo que quiero estudiar y lo que quiero llegar a ser en un futuro. He aprendido a valorar y claro, he descubierto cosas en las clases que en ningún otro sitio me podría haber dado cuenta jamás.

Y claro, tampoco creo ser la única que cuando llegue a bachiller no recordará la mayor parte de lo que he dado en la ESO, pero puedo sentirme orgullosa de ver o leer cosas en la televisión, en el ordenador, en la radio.. y no tener que decir que significa a lo que se refiere, ya que la mayoría de las cosas las empiezo a entender y mentalmente doy una opinión coherente

Hoy puedo decir que quiero ser informática, psicóloga, cirujana, traductora, arquitecta o cientos de nuevas profesiones que hace menos de cuatro años desconocía , pues cuando entré yo quería ser maestra, como todos mis compañeros, o incluso quería ser médica sin darme cuenta tarde o temprano que odiaba la biología. Y ahora mira, voy a tener que estudiarla sí o sí. Yo diría que la vida da muchas vueltas, las cuales siempre hay un mismo destino, hacer lo que más te gusta, si te lo has currado, claro.

Le temo a todo lo que viene, la verdad. Que si materias distintas, que si no comprendo mis cambios en esta etapa de la adolescencia, que si desde un principio cada nota es importante, que si ahora empieza lo complicado, que si esto, que si lo otro... Y podría continuar con la lista de lo que muchos tenemos miedo, pero creo que hay algo todavía más importante: una ilusión que lo compensa todo: Crecer.

Y crecer no significa físicamente, si no mentalmente, desarrollar nuestras ideas y aprovecharlas al máximo, para así certificar un gran futuro.

Hoy puedo decir que una nueva etapa está a la vuelta de la esquina, un nuevo reto, un nuevo objetivo. Muchos creerán que ahora empezamos otros dos años más estudiando, cada vez peores y más difíciles y tirándonos días enteros sin pegar ojo para poder aprobar cada uno de los exámenes, pero las inteligentes tan solo valorarán que estos dos años condicionarán tu futuro, el cuál no solo te ayudará a ti, si no a las personas que te rodearán o incluso le harás vienes a los demás.

Por último quería reiterar la importancia del instituto, tanto en conocimientos como en educación, pues me parece asombroso como cada uno de nosotros hayamos cambiado tanto en este tiempo, diría que es increíble como un simple niño al que lo único que le importaba era pasárselo bien y conseguir muchos amigos, haya pasado a ser un adolescente el cuál ya tiene incluso sus ideas políticas, culturas, sociales e incluso educativas.

Tan solo me falta agradecer tal esfuerzo a nuestros maestros, porque además de haber tenido una gran paciencia con nosotros en momentos que incluso yo hubiera dado un grito, han sido nuestros guías a todo este tiempo, tanto en las enseñanzas que han dejado en nuestras mentes, como en los valores que nos han enseñado a lo largo de estos años.

En lo más feliz que me puedo sentir hoy, es que puedo levantarme tranquila porque sé que ya tengo la ESO, aunque también puedo decir que no acaba aquí mi vida, hoy empieza un gran camino hacia ella.

Muchas gracias a todos, porque por vosotros, algún día seré una mujer de provecho, llena de éxito profesionales.