miércoles, 11 de diciembre de 2013

desCONOCIDOS.

Súbitamente, la vida vuelve a desternillarse. Parece que los polos se han alineado para producir una curva de ternura en la esfera de mi rostro, extendiéndose de orto a ocaso. El tiempo pasa, las circunstancias se alteran y la vida se ve condicionada por lo innovador: Ciudad, ambiente, personas, objetivos, intereses, equipo, sistema estudiantil, ritmo de vida. Hace un año sufría por la incertidumbre de que lo nuevo dañara mi afectividad a la hora de emprender un nuevo camino. Sin comprender qué, como en todo camino, aparecen nuevos caminantes. Aunque mis amigos se hallen y familia se hallen en lo más recóndito de mi corazón.

La aceptación no siempre es sencilla, y ese temor perdura en el inicio de una nueva etapa. Esta sensación cambia cuando esos caminantes que deambulan apacible o enojadamente por su camino, tropiezan contigo. Algunos, como en toda senda, se enfurecerán y observarás como lo mejor será disculparte y dejarlos atrás; mientras que otros, te ayudarán a levantarte y te preguntarán qué tal te encuentras. Éstas últimas personas son las que nos enseñan a ver que éstas andaduras no siempre están llenas de baches que hacen tropezar, sino que son socavones puestos con la intención de hacernos comprender que los caminos, en ocasiones, se vuelven trayectos cautivantes. La sensibilidad y afectividad con la que somos tratados por éstas personas que deambulaban con apacibilidad, hacen que lo innovador, nombrado con anterioridad, se convierta en cotidiano. 

Ahora lo ajeno, se ha vuelto hábito y las personas que se colaron por casualidad, han creado un hueco en la continuidad de mi ruta. Ese camino que veía lleno de obstáculos e impedimentos, se ha convertido en una pista de juegos que me ayudará a alcanzar mi meta. Vulgar y necesariamente hablando, agradezco a quienes me han dado la oportunidad de emprender este difícil itinerario con una sonrisa que devolveré con gratitud.

'Confío plenamente en la casualidad de haberte conocido...'

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Si de una cosa estoy segura, es de que lo importante de la vida es tener alguien a quién amar, algo en lo que pensar, personas con las que reír y llorar; pero sobretodo, nos necesitamos a nosotros mismos.