¿Qué diferencias hay entre el amor y el deseo intenso?
¿Por qué lo llaman vicio cuando quiere decir sexo?
¿Por qué lo llaman amor cuando sólo es dependencia y necesidad momentánea de calor?
¿Por qué lo llaman amor cuando van de flor en flor?
Aunque un momento:
¿Acaso no se puede amar a muchos al mismo tiempo?
¿Acaso la monogamia no es un invento de aquellos que hablan de amor pero sólo ponen reglas?
¿Acaso importa más la cantidad que la calidad?
¿Acaso la mayor perversión no es la castidad?
¿Acaso no hay acto más amoroso que comerle la entrepierna a alguien o dejar que te la coman?
¿Acaso al amor no se le pueden poner normas?
¿Acaso no se puede un trío, un cuarteto, un quinteto o un sexteto y ver como el amor se desborda?
¿Acaso el sexo no es otra forma de amor? A lo mejor, la más gorda.
Existe el amor de cinco minutos.
Existe el amor de una noche de borrachera.
Existe el amor sadomasiquista como conquista de nuevos límites y abismos.
Existe la masturbación, como el amor contigo mismo.
Existe la felación, el cunilingus, la lluvia dorada, el sexo anal, el beso negro, el kamasutra...
Porque lo que a mi me enamora, puede que sea asqueroso para ti.
Hay quien se enamora de una muñeca hinchable o de un maniquí.
También existe el amor sin sexo, que también es muy profundo.
¿Qué es el amor?
Que es el amor, sino una imaginación mental.
Una adicción a nuestro yo ideal.
Una reacción en la que nuestra sangre hierve.
Una pasión que dura lo que nuestra mente, corazón y órgano sexual aguante.
Un instinto que primero besa y luego muerde.
Y yo, sólo sé que soy esclavo del amor y el amo de la moral que se desangra.
Que sonrío con media cara y con la otra estoy llorando.
Porque estoy pensando que si hablo enamorado sufro por no perder lo que más quiero y me convierto en un perrito faldero y manso.
Y si no estoy enamorado también sufro, por buscar a mi media naranja y mi alma gemela sin descanso.
Entonces, ¿qué hago?
Me cago en el amor.
Me cago en el final de esas películas que acaban con un te quiero.
Me cago en no fingir,
Me cago en las despedidas de soltero.
Me cago en los besos en andenes justo cuando sale el tren.
Me cago en San Valentín.
Me cago en los colegas que desaparecen cuando tienen pareja.
Me cago en el trucho y en la trucha.
Me cago en el amor.
Pero el cabrón lo inunda todo y no hay mejor prueba de amor que dejar libre a todo lo que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario